La ciudad situacionista
El Urbanismo Unitario ha de ser considerado no como una doctrina de urbanismo, sino como una crítica al urbanismo del siglo XX. La Internacional Situacionista promovió el Urbanismo Unitario como una solución a la crisis experimentada en el urbanismo. Esta crisis había conducido a la degradación de la ciudad a ambientes deplorables y estériles donde la concepción social del espacio urbano era inexistente [1].
El Internacional Situacionista propone la posibilidad de crear nuevas ciudades capaces de ofrecer una gama completa de sensaciones, de juegos inesperados. Una ciudad futurista, donde la automatización de la producción de bienes hará posible que el trabajo humano no sea necesario y éste podrá satisfacer su necesidad de recrearse [1].
Dicha ciudad podría ser concebida como una construcción continua sobre pilares o como un sistema extendido de diferentes estructuras. En estas estarían suspendidos los lugares para la vivienda, recreación, producción y distribución, dejando la planta terreno libre exclusivamente para la circulación. Cabe destacar que la superficie construida sería de un 100% y la superficie libre un 200% (niveles de terrenos más áreas de terrazas), mientras que en las ciudades tradicionales las figuras son 80% y 20% respectivamente [1]. En otras palabras, este tipo de megaestructura revolucionaría completamente el urbanismo, privilegiando la obtención de una mayor superficie libre en relación a la construida a través del aprovechamiento de la planta terreno y de terrazas suspendidas.
Las terrazas podrían albergar campos de deporte, helipuertos o jardines y serían accesibles desde cualquier parte a través de escaleras y ascensores. Los diferentes niveles alojarían espacios comunicantes controlados climáticamente, haciendo posible recrear una variedad infinita de ambientes y facilitar la realización de la deriva [1].
En particular, hay un proyecto que vale la pena mencionar: la Nueva Babilonia de Constant Nieuwenhuys, un campo nómada a escala planetaria habitado por el Homo Ludens. Dicho término fue introducido por Johan Huizinga en 1938 para explicar que jugar era tan importante como razonar y fabricar. Al lado del Homo Sapiens y el Homo Faber, el Homo Ludens merecía igualmente un lugar [2].
Teniendo todo el tiempo disponible para recrearse, el Homo Ludens exploraría un modo de vida nómada, lo que conduciría a la creación de asentamientos organizados como unidades conectadas, formando cadenas que podrían desarrollarse y extenderse en cualquier dirección. En este caso, el crecimiento de la ciudad dependería de sistemas de ensamblaje móviles que podrían ser desmontados, transportados y reusados [2].
(Nueva Babilonia) no termina en ninguna parte (puesto que la tierra es redonda); no conoce fronteras (puesto que no existen economías nacionales) ni colectividades (puesto que la humanidad es fluctuante). Todos los lugares son accesibles, desde el primero hasta el último. Toda la tierra se convierte en una única vivienda para sus habitantes. La vida es un viaje infinito a través de un mundo que cambia tan rápidamente que a cada momento parece distinto
Careri F. Walkscapes: Walking as an Aesthetic Practice. Barcelona: Editorial Gustavo Gili, S.L; 2002.
En conclusión, a pesar de que las ideas promovidas por el Internacional Situacionista puedan ser sugestivas, la sociedad actual no está preparada todavía para aplicarlas enteramente. Sin embargo, podemos comenzar a conectarnos con nuestro Homo Ludensinterior, a sensibilizarnos más sobre los efectos que los espacios urbanos poseen, y ver más allá de lo que percibimos en la cotidianidad. La ciudad situacionista está entre nosotros, esperando pacientemente a ser descubierta.
[1] Nieuwenhuys, C. Another city for another life. In K. Knabb (Ed.) Situationist International Anthology. Berkeley: Bureau of Public Secrets; 2006. (Trabajo original publicado en 1959).
[2] Nieuwenhuys C. New Babylon. In L. Andreotti & X. Costa (Ed.) Theory of the Dérive and other Situationist writings on the City. Barcelona: Museu d’Art Contemporani de Barcelona; 1996. (Trabajo original publicado en 1974).
¿Ya has acabado de leerte el artículo? 🙂 Si te ha gustado siempre puedes dejar un ❤️ y si te sigue picando el gusanillo te regalamos otra dosis de arquitectura.
Deja una respuesta