Estrategias de reconversión industrial a espacios públicos
El patrimonio industrial es, tal y como se muestra en el artículo previo sobre la relevancia del patrimonio industrial, uno de los legados históricos y arquitectónicos de nuestra era. La existencia de grandes fábricas y zonas productivas en determinadas regiones del mundo ha obligado recientemente a replantearse su utilidad como espacios arquitectónicos más allá de su uso inicial.
Entender el patrimonio arquitectónico ligado a la producción, como espacios de un enorme potencial para nuevos usos es, por tanto, un nuevo paso hacia la reutilización y eficiencia arquitectónica. De esta forma se aprovecha una tipología que, por dimensiones y características propias, tiende a ser muy flexible como contenedor de nuevos usos.
Así, frente a la enorme cantidad de antiguas fábricas abandonadas, especialmente a partir del siglo XX en la periferia de las ciudades europeas y americanas, se plantea el dilema de la conservación o demolición de estos lugares. La mayoría de ellas son destruidas frente a la necesidad de mejorar y preservar el tejido urbano existente. Es una evolución lógica y necesaria para asegurar una reposición eficaz del parque inmobiliario, sin embargo, algunas, por su interés arquitectónico, relevancia o ubicación, son conservadas como parte de la memoria colectiva; vestigios de una época pasada pero imprescindible para entender la ordenación y estructura social actual de nuestras ciudades.
Antiguas zonas productivas como el Matadero en Madrid, o la central térmica de Sant Adrià del Besòs, muy cerca de Barcelona, son ejemplo de ese proceso de rehabilitar sus instalaciones para la introducción de nuevas actividades.
Es en estos casos, cuando las estrategias llevadas a cabo con el fin de reconvertir sus espacios abandonados en zonas públicas adquieren interés y relevancia. En las grandes ciudades la tendencia es hacia la reconversión en espacios culturales, un fenómeno ligado en muchos casos a la turistificación[1], proporcionando servicios e incrementando la afluencia de visitantes a las zonas reacondicionadas. Un buen ejemplo de ello es la Tate Modern de Londres, cuyo impacto e influencia urbana en su entorno ha sido muy notable, algo similar a lo que está ocurriendo en el entorno de Legazpi con Matadero Madrid.
Son las distintas estrategias las que, en cierto modo, condicionan el devenir de esas antiguas zonas industriales. De manera muy somera, y tras analizar varios casos en el entorno europeo se pueden encontrar tres casos paradigmáticos en relación a su escala, pero muy especialmente a su ubicación y tipo de rehabilitación llevada a cabo. Uno de los factores principales de clasificación es el tipo de inversión: pública o privada, así como el objetivo de la misma: estructural o puntual.
Se identifican así tres tipos de actuaciones principales:
- Actuación mínima.
Se introducen nuevos usos públicos y privados en un espacio anteriormente de carácter privado o con acceso restringido, permitiendo su entrada al público de forma casi inmediata y únicamente retirando aquellos elementos anteriores que puedan ser peligrosos para quienes lo visiten. La actuación se caracteriza por realizar la mínima inversión necesaria para su reutilización como espacio público (parque) o como soporte para eventos privados (conciertos o eventos sociales). El mejor ejemplo de este tipo de actuación sería la reconversión del antiguo aeropuerto de Berlín Tempelhof.
- Actuación intermedia
Se realiza una inversión considerable, pero a escala puntual, sobre un núcleo de actuación con carácter de hito (arquitectónico o no), que permita revitalizar la zona sin necesidad de una inversión estructural en todo su entorno, atrayendo el interés privado a su alrededor. Podría considerarse como “detonante gentrificador” (Del Rosal, 2017), a partir del cual se desarrollan actuaciones e inversiones eminentemente privadas de calado en todo el entorno.
En este tipo de actuación se pueden indicar varios condicionantes, como la necesidad de que el objeto de proyecto se encuentre en una localización óptima que no implique grandes inversiones estructurales en transportes. Se trata, como decimos, de un desarrollo principalmente privado que genera un tejido de zonas residenciales, de comercio y ocio a medio y largo plazo, pero que a su vez implica un cambio paulatino del perfil de quienes viven en el entorno del mismo. Un buen ejemplo de este tipo de casos sería la reconversión de la Tate Modern, anteriormente mencionada.
- Actuación a gran escala
Se trata de una antítesis a la actuación intermedia, dado su carácter eminentemente público. Se realiza un plan estratégico y estructural de toda un área: local, regional o incluso nacional, implicando una gran inversión pública en el desarrollo y potenciación de núcleos interconectados, mejorando sus comunicaciones y creando a su vez elementos de conexión intermedios, como parques, sendas, espacios públicos y zonas de ocio.
Se trata de una actuación cuya inversión es principalmente institucional y genera un tejido público en torno a la misma a medio y largo plazo que habitualmente va de la mano de la colaboración e inversión privada (aunque en menor medida, y una vez se han sentado las bases de la actuación inicial). Uno de los mejores ejemplos de este tipo de actuación podría ser la zona industrial del Ruhr, en Alemania.
Así, mediante estas tres estrategias base podemos identificar buena parte de los proyectos de reconversión industrial realizados en las últimas décadas, (sobre todo en el continente europeo), permitiéndonos plantear distintas actuaciones de cara a la reconversión de antiguos espacios productivos hacia nuevos usos.
Es fundamental señalar, a su vez, que cada una de las intervenciones “tipo” que aquí se muestran responden a una serie de factores complejos, tales como la idoneidad del tipo de inversión, la rentabilidad de las zonas adyacentes (presión inmobiliaria), así como la capacidad de retorno económico en función de la potencial afluencia de público o el uso de los nuevos espacios. Al tiempo, cada una de las reconversiones tipo implican una serie de características propias que trascienden a la actuación en sí, generando o no una mejora sustancial en el tejido urbano, servicios y calidad de vida de sus vecinos. Se trata, en definitiva, de unas pautas de interés para identificar y mostrar las posibles vías de cara a la reconversión de espacios industriales para usos de interés público.
[1] Término que alude al impacto que tiene la masificación turística en el tejido comercial y social de determinados barrios o ciudades.
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