La ciudad no es solo un espacio físico, un conjunto de edificios, de estructuras, de sistemas, etc.; es también un espacio relacional y así, cultural y simbólico
Extraído del artículo de Marta Domínguez Pérez, Socióloga experta en Sociología Urbana
¿Qué es el espacio público? ¿Cómo lo entendemos y cómo ha evolucionado? ¿Es parte inherente a la Ciudad o puede ser reemplazado? Se trata de preguntas complejas que aún a día de hoy generan debate en una sociedad en constante cambio.
La existencia y proliferación de los Centros Comerciales, junto a la pérdida de uso de las zonas comunes en beneficio de lo privado, ha llevado a que el enfrentamiento y la competencia entre lo público y lo privado sea más candente que nunca. ¿Cómo debe enfrentar la arquitectura y sus agentes esta realidad?
La ciudad entendida como conjunto de elementos arquitectónicos independientes ha sido, a lo largo de las últimas décadas –y en especial durante el Boom Inmobiliario-, el modelo a seguir para los nuevos desarrollos urbanos. El edificio, hasta no hace mucho pensado para cohesionar y sumar en la trama urbana, pasa a concebirse como un elemento en sí mismo, aislándose del resto. Así, la configuración en “manzana cerrada” toma fuerza en los ensanches, aumentando esa percepción de aislamiento con la ausencia de comercios a nivel de calle, especialmente en desarrollos ligados a nuevos Centros Comerciales del entorno.
Como afirma José Fariña, experto urbanista “Los casos de la periferia lo expresan claramente: las plazas son desocupadas por los usuarios, quienes prefieren los patios cerrados en el interior de las manzanas de los bloques. Los conjuntos de viviendas dan la espalda a la ciudad, al espacio público.”
El objetivo a conseguir con los nuevos espacios públicos debería ser, en cambio, que, de una u otra manera, todos tomásemos parte en ellos. El ciudadano no puede seguir siendo mero espectador de su entorno urbano, sino que debe tomar una posición beligerante frente a aquellos desarrollos y proyectos que se plantean sin más fin que el beneficio económico.
Ejemplos como Medellín demuestran la enorme capacidad social de regeneración del espacio público cuando las Instituciones apoyan y fomentan una verdadera noción de lo público. El «modelo Medellín» ha logrado reactivar y generar zonas comunes en algunos de los barrios tradicionalmente más conflictivos de la ciudad, consiguiendo a su vez un cambio radical, disminuyendo criminalidad de la zona y cohesionando a sus habitantes.
La posibilidad de generar nuevos espacios públicos mediante actuaciones de pequeña escala que vertebran y cosen la trama urbana, demuestra la eficiencia de la escala barrial frente a las grandes infraestructuras y planes de ordenación. Son muchos los que poco a poco apuestan por las micro-actuaciones en el espacio público como desencadenantes de cambios más profundos.
Colectivos como Todo Por la Praxis, Paisaje Transversal, Zuloark o Boa Mistura que colaboran de manera conjunta y trabajan activamente desde hace años en la ejecución de proyectos de este tipo.
Entender el espacio público como algo a potenciar conjuntamente, teniendo en cuenta las opiniones y demandas de quienes lo habitan ha de ser, en esencia, la clave de la actuación urbana en nuestro tiempo.
Como afirmaba hace unas semanas Fernando Francés:
Es imprescindible que los arquitectos salgan a la calle, de la que tanto hablan, pero que no siempre conocen
Declaraciones durante la ponencia de Fernando Francés, director del Centro de Arte Contemporáneo de Málaga, en el ciclo “el ser creativo” de Open House Madrid 2015
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Arq, Luis Aguilar Castañeda dice
Muy importante el mobiliario urbano y en especial la escultura pública, siendo la ciudad un conjunto racional, cultural y sinbólico.