La fachada vegetal es una estructura adyacente a otro muro que se caracteriza por su principal material: la vegetación, la cual brinda a la construcción una protección añadida, ya que funciona como aislante térmico y acústico. Este sistema se ve aparecer cada vez más gracias a las ventajas que tiene su uso, tanto económico como estético, y a la ferviente concienciación que estamos sufriendo con respecto a la sostenibilidad de los edificios y el respeto al medio ambiente.
Para su construcción se necesita bastante espacio ya que, como vemos en el detalle constructivo, se requiere cierto espesor de tierra para que las raíces de las plantas puedan fijarse bien a la fachada vegetal, asimismo, es preciso añadir un sistema de riego para su correcto desarrollo. Todas estas necesidades las sustentará una estructura adyacente al muro con el fin de darlas soporte y de alejar de dicho muro las raíces, ya que pueden suponer un problema tanto de grietas como de humedades para nuestro edificio. Para evitar este inconveniente es necesaria la utilización de materiales como las láminas antipunzonamiento e impermeabilizantes. Igualmente, es recomendable dejar una separación entre la estructura y el muro para crear una cámara de aire que potencie tanto el aislamiento como la propagación de humedades. No obstante, la construcción de la fachada vegetal tiene tantas variantes como proyectos en los que se integre, pudiendo utilizar diferentes materiales y técnicas para desarrollar este tipo de envolvente.
Como ejemplos icónicos de fachadas vegetales destacamos:
- Fachadas del CSI-IDEA de Alhaurín de la Torre (Málaga) concebido como un edificio inteligente y sostenible.
Axonometría del despiece de las fachadas
- El jardín vertical del CaixaForum de Madrid, proyectado por Patrick Blanc, cuenta con más de 250 especies diferentes de plantas distribuidas a lo largo de sus 460 metros cuadrados de superficie, lo que la convierte en una de las fachadas más reconocidas de la capital.
- Fachadas del futuro Museo del Arte, Arquitectura, Diseño y Urbanismo (MAADU) de Madrid. El cual contará también con una cubierta ajardinada que funciona de igual forma que lo hace la fachada, de esta forma se consigue recuperar la naturaleza que escasea en las grandes urbes.
No obstante, al utilizar plantas en este tipo de envolvente, tenemos que tener en cuenta tanto el clima de la zona como la orientación que tiene la fachada en la que se sitúe la vegetación, ya que, como seres vivos que son las plantas, necesitan de unas condiciones climáticas determinadas para un crecimiento correcto, al igual que unos cuidados especiales.
De igual forma, esta técnica se utiliza para cubrir muros interiores con el fin de crear una atmósfera más relajada, ya que la vegetación purifica el aire y reduce la sensación de estar en un interior.
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