Hace ya 34 años que se lanzó la primera versión de AutoCAD. Los tiempos cambian rápidamente y con ello lo hace la forma de concebir, desarrollar y comunicar la arquitectura
Con la irrupción de las herramientas informáticas en el mundo de la arquitectura a mediados de los años setenta, se pensó que solamente supondría el cambio del tablero y los Rotring por el ordenador y el plotter. Hoy, nos damos cuenta de lo equivocados que estábamos. Los cambios que se pensaban meramente instrumentales, han resultado más profundos, afectando a todas y cada una de las fases del proyecto, dando lugar a nuevos conceptos, lenguajes, soportes y realidades arquitectónicas.
La implantación de las tecnologías digitales ha modificado, no sólo el proceso de proyecto de arquitectura, también ha modificado el lenguaje y la forma en la que la arquitectura se expone al cliente o comunica a la sociedad. El proyecto ha pasado de mostrarse como algo físico, a través de planos y maquetas, a ser elemento multidimensional: transmedia (que abarca diferentes soportes) y multimedia (a través de diferentes medios) llegando, en los casos más extremos, a recrear digitalmente entornos inmersivos a escala real, rompiendo así los límites materiales de la arquitectura.
En esta breve reseña se ha intentado agrupar estos grandes cambios en 4 grupos.
Cambios ligados a la aparición de nuevas herramientas digitales de creación, desarrollo y producción de arquitectura:
Desde los primeros programas de CAD (Computer Aided Design) basados en geometrías 2D o 3D, vinculados principalmente al diseño, se pasó a otros que además permitían el cálculo y fabricación de formas estructurales orgánicas y complejas: como CATIA (computer-aided three dimensional interactive application) o los programas de CAM (computer-aided manufacturing). A estos se sumaron los programas BIM (Building Information Modeling), basados en objetos inteligentes que permiten una mejor gestión en las fases de producción y de gestión del proyecto; y los GIS (Geographic Information System), cada vez son más utilizados cuando hablamos de urbanismo o territorio.
En el ámbito de representación y comunicación de proyectos, la lista de software a enumerar y sus diferentes capacidades sería inabarcable en tan corto espacio: programas de modelado, motores de render, iluminación, animación, programas de diseño vectorial, retoque fotográfico o postproducción, etc. El abanico de herramientas es amplísimo y las posibilidades expresivas que estos abren casi infinitas, sobre todo en combinación con las herramientas tradicionales.
Nuevos soportes para mostrar la arquitectura:
Superado el salto del papel y la maqueta física, a la pantalla y los modelos digitales, debemos atender a los retos que se nos plantean con las nuevas tecnologías: el video mapping, la Realidad Virtual inmersiva o la Realidad Aumentada a través de dispositivos holográficos como las recién lanzadas Hololens de Microsoft, abren la posibilidad de mostrar los proyectos de una manera vívida, dinámica y envolvente, en primera persona y a escala real.
Nuevos lenguajes y formatos alternativos para representar y comunicar la arquitectura:
Proyectos flexibles, cambiantes, interactivos, eminentemente sensoriales, o con una fuerte carga comunicativa, requieren herramientas que permitan definir y transmitir esa riqueza y complejidad. De ahí la incursión de recursos narrativos de otros ámbitos, comunicación audiovisual, cine, ilustración, etc. en el mundo del diseño arquitectónico. Algunos ejemplos de ello son: la utilización de la técnica del story telling (ya utilizada por Le Corbusier), los videos conceptuales de Luis Úrculo, medios y formatos alternativos como reivindica Ariadna Cantis en sus proyectos expositivos o grafismos y lenguajes originales como los que aportan Izaskun Chinchilla o Alex Hogreffe en sus proyectos.
Nuevos ámbitos de actuación.
Soñemos. Ya lo hacían muchos de los grandes arquitectos al plantear arquitecturas utópicas… La diferencia es que hoy en día, se abre todo un mundo digital en el que poder materializar esos proyectos: desde la creación de entornos digitales para videojuegos o películas, recreaciones virtuales de patrimonio desaparecido, o proyectos museográficos y de ocio, hasta el concepto de customización de la arquitectura través de skins digitales (Openarch).
En este contexto, ¿tendría sentido un nuevo tipo de arquitectura a caballo entre el espacio digital y el material? Os invito a reflexionar sobre estos nuevos límites “inmateriales” de la arquitectura…
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Sonia dice
muy bueno el articulo