La arquitectura tradicional ha trabajado siempre de forma constante aportando soluciones que facilitasen y mejorasen los asentamientos humanos. Esta arquitectura se caracteriza por trabajar especialmente con respecto a tanto la adaptación al entorno como en la lucha por las inclemencias meteorológicas. De esta forma, muchas de estas soluciones tradicionales se han transmitido mediante la propia cultura que cada pueblo posee con respecto a la adaptación con el medio.
Por ello, en las regiones desérticas, y debido principalmente al sedentarismo progresivo de los pueblos nómadas en pequeñas poblaciones, la arquitectura tradicional dio solución a numerosos problemas de adaptación que sus habitantes experimentaban con respecto al confort. Estas adaptaciones al medio por parte de la arquitectura tradicional se pueden aún visitar en la ciudad de Dubai, en donde aun se encuentran ejemplos de los primeros asentamientos de la región.
De entre las numerosas soluciones arquitectónicas aplicadas por las construcciones tradicionales de los primeros habitantes del golfo pérsico para afrontar la climatología extrema del desierto se destaca: los colectores de viento.
Los colectores de viento, del inglés “windcatcher”, son unas construcciones tradicionales de los climas desérticos originarias de la región persa, que hoy se conoce por Irán, y que progresivamente se fue extendiendo a lo largo de los países limítrofes como: Afganistán, Pakistán, etc.
Estos colectores se orientan con el fin de atrapar las brisas o corrientes de aire que recorren el desierto con motivo de la reseñable variación térmica que se produce entre el día y la noche. Así como de las brisas por motivo de proximidad con la costa. Los colectores tienen varios diseños fundamentales para favorecer la máxima captación posible de los vientos y brisas predominantes. De esta forma éstos pueden ser: unidireccionales, bidireccionales o multidireccionales.
Su construcción ha variado dependiendo de tanto los recursos disponibles en el territorio como de los avances tecnológicos que progresivamente se han realizado. De esta forma, en las regiones donde inicialmente se disponía de palmeras, ramas y cañas los colectores se realizaron con estos materiales. No obstante, a medida que materiales como la piedra y el adobe se comenzaron a emplear en la arquitectura, éstos se incorporaron también a la construcción de este tipo de colectores.
Por consiguiente, los colectores de viento también han ido incorporando nuevas soluciones para favorecer el enfriamiento de las viviendas o edificaciones. Una de las incorporaciones más destacables para la climatización de interiores fue la del uso de pozos y conducciones en los que aprovechaba la inercia térmica de la tierra para refrigerar. A su vez, el empleo de conducciones facilitó el doble uso del agua tanto para el consumo como para climatización a través de canales o aljibes.
En la actualidad muchas de las soluciones constructivas tradicionales se han incorporado a las soluciones de climatización en la arquitectura pasiva. Sobre todo, en los climas en los que el consumo energético se dispara para lograr un confort térmico en sus edificaciones. En España se pueden emplear numerosas soluciones pasivas para luchar contra el clima extremo debido al importante gradiente térmico que se produce a lo largo del territorio tanto durante el día/noche como durante las estaciones. De hecho, atendiendo a los consumos que se generan en nuestras edificaciones, el ahorro energético es fundamental y por ello es recogido por el Documento Básico de Ahorro de energía (DB-HE).
De esta forma, y progresivamente, el colector de viento se ha adaptado a estas soluciones tradicionales para la climatización; aportando nuevas soluciones técnicas de origen pasivo que ayuden en la climatización.
Un ejemplo de estas soluciones es el Pozo Canadiense el cual colabora en la climatización de los espacios tanto en verano como en invierno mediante el uso de la inercia térmica de la tierra.
Es importante contemplar todas las opciones pasivas que se pueden incorporar en el diseño de los edificios ya que, a parte de colaborar con el ahorro energético, facilitaremos el confort térmico y lumínico de sus habitantes o usuarios.
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Arttanos dice
Muy interesante e instructivo!
Ángel Granda Pérez dice
Nos alegra que te haya gustado 😀