La celosía cerámica es un sistema vernáculo tradicionalmente español basado en el apilamiento de piezas cerámicas que generan diferentes tipos de huecos entre ellas. Este sistema ha permitido controlar las condiciones climatológicas extremas, sobre todo en España, y en la actualidad está evolucionando hacia nuevos sistemas contemporáneos que permiten diversos acabados y características.
Las necesidades térmicas y lumínicas, tan utilizadas en términos de sostenibilidad y eficiencia energética, vienen determinadas en su mayoría por la incidencia solar sobre las fachadas de los edificios. La celosía cerámica es un sistema que permite filtrar la luz y el aire, pero además añade una experiencia sensorial al crear espacios que se encuentran en un punto intermedio entre lo exterior y lo interior.
La innovación en el concepto de celosía cerámica ha generado la evolución desde el sistema tradicional hacia los sistemas industrializados. Estos últimos han combinado las múltiples características que otorga la cerámica con otros materiales lo que permite generar acabados totalmente diferentes.
En un ámbito más artesanal relacionado con la cerámica Toni Cumella explora las diversas posibilidades que genera este material a través de la forma y el color. En el CEIP Escola Martinet diseñado por Mestura Arquitectes, utiliza la celosía como un elemento de separación entre lo exterior y lo interior generando diferentes espacios de transición.
Este sistema responde a una colocación mediante apilamiento de unas piezas sobre otras. Estas piezas se generan en taller y se pone especial interés en su forma, colocación y color, respondiendo a la orientación a través del mismo y sus tonalidades.
La ampliación del oceanário de Lisboa, obra de Campos Costa Arquitectos, añade una envolvente de piezas cerámicas al edificio existente y genera una segunda piel que se relaciona con el exterior mediante la combinación de piezas huecas y opacas con acabado blanco esmaltado. Las piezas opacas se sostienen mediante un sistema de fachada ventilada con su correspondiente aislamiento térmico, mientras que las piezas huecas se generan mediante un sistema de celosía que elimina la parte de aislamiento.
Este sistema, realizado por la empresa Disset, se genera mediante un esqueleto interno de acero en forma de arco que se introduce en la pieza cerámica. Esto genera una malla estructural que se une mediante diferentes elementos y que, a su vez, se ancla a la estructura metálica auxiliar que sirve de unión con la fachada principal del edificio.
Otro ejemplo de celosía cerámica es el del Palacio de Congresos de Peñiscola, obra del estudio de arquitectura de Paredes y Pedrosa. En este caso, la celosía sirve como umbráculo a un espacio de transición entre lo exterior e interior, relacionándose directamente con el espacio público precedente, pero también con el espacio interior al que se accede.
Este sistema se genera mediante una instalación de una estructura metálica exterior de perfiles verticales, que a su vez, sostienen los perfiles horizontales que sustentan las piezas cerámicas de gran tamaño. Estas piezas cerámicas se realizaron mediante una investigación para obtener esa tonalidad a través de una temperatura de cocción específica.
En esta evolución del sistema de celosía cerámica, se puede destacar el sistema Flexbrick, que configura un sistema modular y realizado en fábrica, lo que permite una mayor agilidad a la hora de colocación en obra. A diferencia de los sistemas anteriores, este sistema es totalmente ligero pues usa piezas mucho más esbeltas que, a modo resumen, se cuelgan de una malla metálica que a su vez se ancla a la fachada del edificio.
Este sistema permite crear tejidos exteriores cerámicos totalmente personalizables que se cuelgan en fachada y se anclan al edificio en determinados puntos para evitar el movimiento. Las piezas se introducen en la malla de cables de acero según la trama que se diseñe.
El parking de Saint Roch en Montepellier, obra de Archikubik, muestra la cualidad que puede otorgar este sistema, mostrando una relación muy abierta con el entorno y generando una celosía que permite controlar el sol y el aire en un uso que comúnmente se relega a lo residual.
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