Para hacer las cosas bien es necesario: primero, el amor, segundo, la técnica
Antoni Gaudi
Tres son los aspectos esenciales que caracterizan funcionalmente cada una de las tipologías básicas en las que se pueden encuadrar los establecimientos hoteleros: los motivos del viaje, la franja económica en la que se va a posicionar la oferta y las características del lugar.
La Organización Mundial del Turismo, establece una clasificación de los motivos por los que se viaja: negocios y asuntos profesionales, vacaciones, recreo y ocio, visitas a familiares y amigos, educación y formación, salud y atención médica, religión y peregrinaciones, compras, y otros. Motivos que operativamente se subsumen en tres tipologías hoteleras: ocio o de vacaciones, negocios o profesionales y mixtos.
No me digas lo viejo que eres, o lo bien educado que estás, dime cuanto has viajado y te diré cuanto sabes
Mahoma
La franja de oferta en la que se posiciona el establecimiento hotelero, es decir el precio por habitación, determina la composición, proporción y el dimensionado de las diferentes zonas y áreas que lo conforman: zona de clientes, zona de servicios, áreas de comunicaciones y áreas de instalaciones.
Esto da lugar a la subdivisión en diferentes categorías dentro de cada tipo de hotel. Categorías que se identifican con el número de estrellas según la reglamentación hotelera que establece los requisitos mínimos para su clasificación dentro de cada una de ellas y también con las marcas establecidas por segmentos de oferta económica por cada una de las Compañías Hoteleras que gestionan los establecimientos hoteleros.
El tercer aspecto es el contexto, es decir la realidad física del lugar donde se implanta el establecimiento hotelero. Son todos aquellos factores: geográficos, climáticos, morfológicos, ambientales, históricos, culturales, sociales y regulatorios que determinan su singularidad formal.
La casa debe ser el estuche de la vida, la máquina de la felicidad
Le Corbusier
A partir de estas premisas el objetivo del diseño es ordenar los espacios y cuidar hasta los más mínimos detalles precisos para el funcionamiento del establecimiento hotelero, con las óptimas condiciones de confort y bienestar del cliente, para que disfrute de su estancia y quiera repetir la experiencia.
Dios está en los detalles
Mies Van der Rohe
Hemos hecho una lista para ilustrar a modo de ejemplos las diferentes tipologías de establecimientos hoteleros a las que nos hemos referido.
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