La supervisión de la obra
Caminando por cualquier centro comercial, viendo la diversidad de colores, las luces y los escaparates, puede parecer que todas las tiendas tienen una imagen diferente y vinculada únicamente a la marca. No obstante, el diseño y configuración de la envolvente de un local no son competencia exclusiva del promotor o proyectista, sino que deben adecuarse a los parámetros y especificaciones del centro comercial y, para ello, deben pasar por la aprobación del E.C.O.P.[1]
Entre estos temas, la envolvente es especialmente delicada, desde su cara vista (fachada) hasta la más oculta al público. Cualquier roza, abertura, o sobrecarga sobre los muros, forjado o cubierta es supervisada atentamente, tanto en obras de nueva planta como en reformas. La implantación de cualquier actividad conlleva una serie de modificaciones en la instalación: nuevas chimeneas de ventilación, nuevas estructuras auxiliares para soportar maquinaria, conductos…. Y todo ello puede alterar la estanqueidad del conjunto, sus parámetros de resistencia al fuego, o incluso su carga estructural, repercutiendo en daños en los locales colindantes y en el mismo centro comercial.
En casos de obras de nueva planta, el E.C.O.P. es el encargado de la ejecución de algunos de estos huecos o rozas para llevar las derivaciones al local [2], y solicitará información sobre los contratos de suministro o las fichas técnicas de cualquier tipo de maquinaria que vaya a colocarse en cubiertas o falsos techos.
La imagen
La fachada es otro aspecto importante. Mientras que algunos E.C.O.P. se encargan de valorar el conjunto del proyecto y la obra, otros diversifican el trabajo y disponen departamentos visuales que evalúan específicamente su apariencia.
Se presta atención al límite del local, a los salientes tanto a los laterales como hacia la galería (prohibidos salvo autorización expresa) y, si hay retranqueos, al tratamiento que se da al suelo visto desde los pasillos del centro comercial. Si, por ejemplo, la persiana se retranquea 10 cm del límite, muchos E.C.O.P. exigen que para esos 10 cm se coloque un pavimento concreto, o el mismo que el de la galería. Incluso la persiana de cierre deberá cumplir unas características (perforaciones, color, material…), bien por motivos de seguridad, bien por motivos estéticos.
Se controla incluso el tipo de cierre durante la ejecución de los trabajos, a menudo teniendo que cumplir unos requisitos de material, fijación, diseño y el texto (que deberá incluir la fecha de apertura), antes y después de su colocación en las zonas delimitadas para ello.
La forma y materiales de la fachada son evaluados para seguir unos criterios estéticos que lo integren con el conjunto. El tipo de vidrio, su opacidad, la altura de las carpinterías que lo sostienen, la existencia o no de escaparate interior…. Y especialmente en lo que se refiere al rótulo. Este último es el elemento más significativo, por ser el que da el nombre al local, tanto para los visitantes como para la gestión del centro. De él se evalúan aspectos como:
- Dimensiones: altura desde el suelo y del propio rótulo, espesor.
- Ubicación exterior (sin que sobresalga del límite del local) o interior al vidrio de fachada (garantizando visibilidad desde exterior).
- Materiales, sistema constructivo y anclaje a fachada o techo.
- Tipo de iluminación. Puede ser retroiluminado, sin luz, mediante focos…
- Tipografía, tamaño de letra y contenido del texto[3].
En los parques comerciales se presenta además un segundo rótulo, superior, para el que se reserva un espacio concreto y acotado. En estos casos el técnico deberá facilitar datos de su peso, material y forma de anclaje para que el E.C.O.P. pueda prever una estructura auxiliar para fijarlo , o incluso un refuerzo en esa parte de la fachada.
En algunos centros se estudia también cómo afecta la distribución interior del comercio a lo que se observa desde la galería. Se restringe la ubicación de ciertas instalaciones, o de puertas en las paredes opuestas a la fachada principal que den a estancias más privadas, como pueden ser almacenes, probadores o aseos, ya que se observan desde el exterior. Para colocarla ahí, el técnico deberá justificar por qué no puede ir en otro lugar y elaborar una propuesta que “camufle” dicho acceso con los paramentos o el mobiliario.
Conclusión
Todos estos aspectos de la envolvente y otros muchos más sobre el proyecto general, han de ser tenidos en cuenta por el técnico, que deberá preocuparse de solicitar el pliego de condiciones del centro comercial, manual de obras, etc. Y de establecer contacto con el E.C.O.P.[4] para comunicarles la actuación que se va a realizar y facilitarles los planos y datos necesarios para su evaluación. A menudo, los proyectos recibirán una serie de requerimientos que el técnico deberá subsanar o defender, consultar con el cliente, y repetir el proceso de entrega y evaluación hasta obtener la aprobación. Una vez aprobado y entregada el resto de documentación que le hayan solicitado, se podrán iniciar las obras, que también serán vigiladas con lupa.
[1] E.C.O.P. son las siglas de “Equipo de Coordinación de Obras Privativas”. Cada centro comercial trabaja con uno de estos equipos, que coordinan las obras del centro comercial. Dirigen las actuaciones relacionadas con los espacios comunes del centro y la envolvente del mismo, y son los encargados de la revisión de los proyectos y la supervisión de las obras de los locales, verificando que cumplen las normas del centro, que se adecúan a su infraestructura y que encajan estética y funcionalmente en el mismo.
Por lo general, las empresas no se dedican exclusivamente al trabajo de E.C.O.P., sino a la gestión obras de centros comerciales o de sus obras, habiendo diversos departamentos o personas que hacen las funciones de E.C.O.P. de cada centro o varios centros.
[2] La empresa encargada de las obras del centro comercial ejecutará estas actuaciones puntuales, coordinadas por el E.C.O.P.
[3] En ciertos centros comerciales está prohibido incluir lemas en el rótulo, obligando a colocarlos en el escaparate con algún vinilo; mientras otros simplemente regulan que su tamaño sea menor.
[4] A menudo se pueden localizar en la propia web del centro comercial. Si no es así, habrá que contactar con el centro comercial y solicitar información sobre el E.C.O.P. Algunas empresas que gestionan centros comerciales, incluyendo servicios de ECOP:
- SCCE: Esta empresa gestiona varios centros comerciales destacando en Madrid los centros de Plaza Río 2, Plaza Loranca 2, Plaza Norte 2, Gran Plaza 2….
- General Plan: Se trata de una ingeniería que coordina las obras y hace los trabajos de E.C.O.P. con los locales comerciales, al menos durante la obra.
- Neinver: Esta empresa gestiona varios centros comerciales destacando en Madrid los centros de Nassica y el Parque comercial Alegra.
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