¿Alguna vez has pensado en el aire que queda dentro de los globos? o ¿dentro de un simple flotador de niños? Estamos acostumbrados a “ver la envolvente (el aspecto) y no fijarnos en el interior”…en muchos aspectos de nuestra vida, pero ¿qué ocurre si estos globos y flotadores son aumentados de escala y observamos su interior…o mejor dicho lo habitamos?
Esta cuestión ha sido muchas veces tratada en arquitectura y ha generado las denominadas “estructuras neumáticas” o “hinchables”, se trata de espacios generados por la estructura más liviana que podamos conocer, aire, y una envolvente capaz de amoldarse al espacio donde se ubique, plástico.
Se trata de una experiencia inolvidable al alcance de cualquiera, ya que solo se necesita de unos pocos materiales para su fabricación:
- Plástico, comúnmente se utiliza polietileno o PVC y se mide según sus galgas (grosor), que nos aportará una mayor resistencia cuanto mayor sea, pero dependerá del proyecto, porque algo tan accesible como una bolsa de la compra o de basura es suficiente para crear un hinchable.
- Grapadora o plancha del pelo, para el sellado de uniones entre las distintas piezas que forman el “hinchable”.
- Tijeras, para el conformado de las piezas.
- Y los más importante un ventilador, que nos aporte la estructura.
Estos materiales son suficientes para crear un sinfín de espacios, como por ejemplo un espacio individual donde poder aislarse del entorno, para ello necesitamos seguir los siguientes pasos:
- Definir el patrón de corte de las piezas que van a formar nuestro hinchable, podemos hacer unos bocetos de los mismos para después trasladarlo con un lápiz o rotulador a escala 1:1 sobre nuestro plástico, y posteriormente recortarlo con unas tijeras.
- Una vez que tengamos todas las piezas procederemos a ensamblarlas mediante una plancha de pelo a 160º, ayudándonos de un paño o tela para no hacer contacto directo con los plásticos.
- Una vez que hayamos sellado todas las juntas podemos utilizar una cremallera para el acceso al mismo, o simplemente hacer una apertura que podamos cerrar manualmente.
- Por último haremos otro orificio donde conectaremos nuestro ventilador mediante una boquilla que hagamos con el plástico a su medida.
Después de este sencillo espacio ¿por qué no? una gran ciudad, como fue el caso de la Instant City (1971) de J.M. Prada Poole, uno de los arquitectos más interesados en este campo, que fue capaz de construir un “ciudad” para albergar a más de 700 estudiantes en tan solo 2 semanas.
Hoy día podemos encontrar grandes referencias, a parte de José Miguel de Prada Poole, como son artistas como Sergio Prego o Arquitectos como Antonio Cobo, Izabela Wieczorek, Javier Sánchez Merina o José Antonio Flores, que han llevado a cabo proyectos participativos tan curiosos como el llamado PnS Ambato , en el cual se creó una atmósfera gigante por medio de bolsas de la compra recicladas consiguiendo un espacio de 10m x 8m x 5m repleto de color.
Otro ejemplo es el llamado Instant Aarhus donde un grupo de estudiantes generaron una red de pasillos hinchables de unos 800m2 que recorren una pradera y desembocan en espacios totalmente diversos donde poder disfrutar de la propia instalación.
Para comenzar a crear este tipo de espacios se pueden consultar webs como www.pneumaticserendipity.com o arquitecturasdeemergencia.blogspot.com.es donde encontrar gran cantidad de referencias así como manuales que nos ayuden a dejar volar nuestra imaginación y crear nuestros espacios repletos de aire, tan interesantes como el siguiente:
Mediante este hinchable se genera un espacio infinito donde se pueden dar muchas situaciones así como tener usos muy diferentes como un espacio para reunirse, un espacio para aislarse, un espacio para hacer una comida… o porque no, servir como refugio urbano.
¿Ya has acabado de leerte el artículo? 🙂 Si te ha gustado siempre puedes dejar un ❤️ y si te sigue picando el gusanillo te regalamos otra dosis de arquitectura.
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