Transformar el espacio para los empleados diseñando con ellos
¿Es posible ser feliz en la oficina? A veces no es posible ser feliz ni en vacaciones, la verdad. Pero para los que nos dedicamos a diseñar los espacios donde la gente pasa la mitad de su vida trabajando, esta es una pregunta crucial antes de coger un lápiz.
Al menos hemos de pensar en construir entornos que no te hagan más infeliz, a partir de ahí fomentar que te ayuden a expresarte y relacionarte positivamente con los demás.
Desmontando barreras preestablecidas y activando nuevas formas de creatividad conseguimos hacer espacios para disfrutar. Este es el origen de la innovación y el éxito. Hoy los empleados toman posiciones y empiezan a ocupar el primer lugar en importancia y preocupación por parte de las compañías. Lo primero no es el cliente, lo primero son los empleados; si ellos están a gusto, te traerán los clientes y cuidarán de ellos.
El medio ambiente y el entorno edificado tienen un profundo impacto en nuestra salud, bienestar, felicidad y productividad, motivos más que suficientes para dedicarles nuestra atención. Existe desde hace tan solo 3 años una certificación denominada WELL que está desarrollada con investigaciones científicas y médicas que relacionan los edificios y los impactos con la salud y bienestar de sus ocupantes.
Esta novedosa certificación está ganando terreno a las normativas locales y a aquellos sellos que solo ponían atención en temas como la huella de carbono o ahorros económicos en el mantenimiento del edificio. Está bien cuidar del planeta a través de unos mejores edificios, por supuesto, pero también tenemos que pensar en el bienestar de las personas que los habitan.
En 3g office, más allá de la consecución oficial del sello WELL que otorga International WELL Building Institute™ (IWBI), a través de un complejo proceso de certificación, todos nuestros arquitectos e ingenieros diseñan ya cualquier espacio bajo los criterios que este sello propone.
En definitiva, tenemos compromiso con el concepto de sostenibilidad y salud en el entorno laboral, que posiciona el buen diseño y la arquitectura como factores fundamentales. El objetivo es crear proyectos que aúnen viabilidad económica, calidad espacial y confort, yendo mucho más allá de la estética para entrar en el terreno de las mejoras del confort y la felicidad de las personas, sin olvidar la conciencia medioambiental.
La sede de Roche en Madrid, un espacio basado en la sostenibilidad y el bienestar
La nueva sede de Roche en Madrid, inaugurada en 2017, acoge en 12.000 m2 a los más de 450 empleados que tiene la firma en España.
Para el correcto desarrollo del proyecto íntegro se realizó una consultoría previa de espacios, para abordar después un fantástico diseño de espacios y posteriormente una meticulosa dirección técnica de las obras durante 6 meses. Además se planteó una estrategia de workplace y proceso del cambio que contó con la participación de toda la compañía, desde los becarios recién llegados hasta el propio Director General. Parte del éxito final del proyecto fue escucharles a todos y co-diseñar con ellos soluciones específicas para su forma de trabajar día a día.
El diseño de las nuevas zonas de trabajo impulsa un trabajo colaborativo y flexible, permitiendo la movilidad de los empleados, siendo productivos en cualquier momento y desde cualquier lugar. En el diseño ha participado un equipo interno de Roche, siendo ejemplo de co-creación con el que se ha dado solución a las necesidades planteadas.
También se ha pensado en el descanso y bienestar. Desde la sala de creatividad, sala de juegos, sala de relax, snack bar o zona club, hasta las terrazas de más 1.000 m2 con jardines y mobiliario agradable, y el gimnasio, duchas y vestuarios, servicios médicos y de fisioterapia y sala de lactancia.
Dentro de la apuesta de la compañía a nivel global por la sostenibilidad, Roche va más allá de la legislación medioambiental vigente y se adelanta una decena de años a la directiva medioambiental de la Unión Europea, que exigirá la disminución en 2030 de gases contaminantes por ello en este proyecto se ha apostado por el uso de amoniaco (NH3) con un impacto “cero” en el deterioro de la capa de ozono y efecto invernadero. Además de colocación de 22 paneles solares, el cambio a toda la iluminación LED, sensores de presencia para ahorro de energía y una novedosa área para recargar los coches eléctricos.
En definitiva se consiguió un edificio diseñado para el bienestar de los empleados, la productividad de la compañía y el respeto medioambiental. Y lo que es más importante creado para ayudar, humildemente, a que los trabajadores sean más felices en su lugar de trabajo. Os invitamos a verlo.
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