Los arquitectos somos muy de meternos donde no nos llaman, o si queremos utilizar algún eufemismo, somos muy de “diversificar nuestra actividad profesional e investigar la interacción entre otros campos y la arquitectura”. Hay todo tipo de conjunciones de la materia: arquitecto-diseñador, arquitecto-modista, arquitecto-paisajista, arquitecto-gamer… y (el que ahora nos atañe) arquitecto-escenógrafo. La escenografía comparte muchas características con la arquitectura “tradicional”, ya que mediante el uso del espacio y de la iluminación se deben crear diferentes ambientes y atmósferas que refuercen lo que se quiere contar en la obra.
El primero de los arquitectos-escenógrafos que vamos a analizar es Alberto Campo Baeza. Él fue el arquitecto invitado para el diseño de la escenografía para los teatros de verano de 2015 del antiguo teatro griego de Siracusa. En ella se busca según palabras del propio arquitecto:
un espacio con la sobriedad de Grecia y con la hermosura de Roma
El escenario se compone de una plataforma horizontal, una superficie arrugada que flota a modo de nube y puede modificar su forma y un fondo compuesto por un plano plegado que evoca al mar. En la plataforma horizontal se abren un par de trampillas que es por donde entran y salen los actores de escena. Además de la escenografía propiamente dicha, Baeza también diseñó el vestuario de los actores que participaban en la obra.
En este mismo antiguo teatro también han realizado escenografías arquitectos de la talla de Arnaldo Pomodoro o Rem Koolhaas. La propuesta de este último sí que llegó a construirse en el verano de 2012 para una representación teatral de la obra Prometeo Encadenado. Supone una reinterpretación del tradicional teatro griego, el cual se simplifica a tres elementos: el anillo, la máquina y la balsa. La primera, es una continuación semicircular trasera del graderío y es el lugar por el que entran los actores a la escena. La máquina es un elemento circular inclinado, el cual se puede mover para adaptarse a las diferentes situaciones posibles que se busquen en el teatro. Y por último, la balsa es una reinterpretación contemporánea de la clásica orquesta, que es donde verdaderamente se representa la obra. Los tres elementos tienen una estructura, materiales y estética comunes que les dan unión y cohesión, basada en andamiajes y listones de madera.
Otro de los arquitectos que también ha querido dejar su sello personal en el diseño de escenografías es Santiago Calatrava. A diferencia de los dos anteriores, Calatrava diseñó una escenografía para un ballet. En concreto, la escenografía para la Gala Inaugural de 2010 del ballet de Nueva York. La diferencia entre diseñar para teatro y para ballet o danza es que en estos últimos se necesita un escenario diáfano, en el que no se entorpezcan los movimientos de los bailarines. Su propuesta es muy similar a otras hechas anteriormente por él mismo. Se basa en las formas de los cuerpos de los bailarines moviéndose, en su dinamismo y su elasticidad. Lo más destacado es que es una escenografía cambiante, compuesta por un único elemento que va modificando su forma a lo largo de la obra. Es similar a una escultura kinética que consigue configurar figuras muy variadas. Además con un muy acertado uso de la luz consigue crear efectos y atmósferas muy diferentes.
Tal y como hemos visto la escenografía es un campo en el que muchos reconocidos arquitectos han experimentado y han hecho interesantes propuestas. Incluso, algunos de ellos se han especializado en la materia y han focalizado toda su trayectoria en las escenografías teatrales.
Ese es el caso de Juan Ruesga, actual vicepresidente de las Artes Escénicas en España (entre otros muchos cargos que ostenta vinculados al teatro y a la escena). Es un arquitecto sevillano que ha realizado infinidad de escenografías (más de sesenta) y ha realizado una significativa labor teórica y de análisis. A continuación se muestra una de sus obras; la escenografía para la representación teatral de Ariadna, la cual le valió el premio Joshep Caudí de la Asociación de Directores de Escena de España a la mejor escenografía del año. Es una propuesta muy simple pero muy eficaz: una lona sustentada sobre cuatro pilares. Pero gracias a la iluminación consigue albergar perfectamente las diferentes escenas de la representación.
Tras todos estos ejemplos podemos concluir que la escenografía es otra de las posibles salidas aptas para los arquitectos. Si finalmente este artículo os anima a adentraros en este apasionante mundo del teatro, solo queda añadir una cosa; ¡mucha mierda!
¿Ya has acabado de leerte el artículo? 🙂 Si te ha gustado siempre puedes dejar un ❤️ y si te sigue picando el gusanillo te regalamos otra dosis de arquitectura.
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